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Todo empezó hace 15 años, hoy en día llegamos ya a 10 ciudades de todo el territorio nacional.
Debemos mejorar el módelo deportivo de base y generar asi ventajas y beneficios educativos.
El baloncesto colegial nos permite trabajar comportamientos que generan valores esenciales.
De 2001 a 2006 las Series Colegiales, recuperan la ilusión, el espíritu y las raíces colegiales del baloncesto en varios colegios de Madrid con una gran tradición balonceststca.
En 2006 estos colegios crean la Asociación de Baloncesto Colegial, que, a partr del 2007, organiza la Copa Colegial.
Finalmente en 2014 nace la Fundación Baloncesto Colegial, heredera de casi tres lustros de pasión por el baloncesto colegial, el baloncesto en su estado más puro.
Promoción, desarrollo, apoyo y difusión del baloncesto colegial como herramienta educativa.
Queremos que el baloncesto sea parte integral del proyecto educativo de los colegios.
Sentido de pertenencia. Trabajo en equipo. Liderazgo. Deportividad. Esfuerzo.
La Fundación Baloncesto Colegial está presente en más de 170 colegios en varias ciudades de toda España:
Madrid, Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Valencia, Vitoria, Málaga, A Coruña, Valladolid, Tarragona, Bilbao, Huesca, Badalona.
Siempre que nuestras posibilidades nos lo permita intentaremos crecer y llegar a más ciudades.
El baloncesto es el juego más universal jamás creado dentro de una escuela. El profesor que lo inventó quería que sirviera como una parte de la formación integral de sus alumnos dentro de las clases de Educación Física de los colegios
La escuela es el centro de la actividad deportiva, tanto en su parte más formativa como en la más puramente competitiva (entrenamientos, partidos...), lo que permite controlar y gestionar mejor las diferentes expectativas.
Compatibilizar los estudios es una condición necesaria dentro de este modelo.
El sentido de pertenencia del deportista y la responsabilidad con su entorno es muy grande. El entorno en el que compite es el mismo en el que recibe su educación académica.
Al no existir mercado de jugadores en las edades tempranas, aumenta mucho la base competitiva. El talento está disperso y no se puede controlar.
Esta dispersión del talento estimula mucho la participación de las escuelas en las competiciones. La ventaja competitiva hay que crearla, no viene dada.
La creación de la figura del Student-Athlete estimula la participación e involucración de la comunidad escolar en las competiciones; padres, profesores y compañeros de colegio suelen estar atentos a la evolución de las competiciones.
El Student-Athlete no se puede proyectar fuera de su ámbito de actuación (es claramente un jugador amateur, y no un profesional en edad escolar).
Módelo por etapas de mayor participación
(Módelo americano)
El baloncesto colegial nos permite trabajar comportamientos que generan valores esenciales en nuestra vida.
Liderazgo
Responsabilidad
Trabajo en equipo
Colaboración
Esfuerzo
Superación
Sentido de pertenencia
Implicación
Deportividad
Respeto